¡¡Re-comenzamos!!

Tras un parón corto, de unos días caóticos pero enriquecedores, volvemos a la carga ahora ya en esta nueva casa en la que nos pensamos quedar bastante tiempo. Ya sé que puede que esté pensando que vaya diseño más simplón para tanta espera, pero te contaré que este no es el diseño definitivo del blog ni mucho menos. La cabecera final con la plantilla tuneada está a puntito de ultimar su forma definitiva y espero que en pocos días podamos estar de estreno. Podía esperar a tenerlo todo listo con la versión final, pero es que ya tenía ganas devolverme a poner en contacto contigo.

Mientras, nos vamos poniendo al día con esta nueva forma de escribir, que aunque en principio parece la misma, tiene su intríngulis y hay mucho que aprender y mucho por hacer.

De momento, como puedes ver, las categorías han desaparecido de mi barra lateral, pero puedes encontrar cada apartado en el menú que aparece bajo el título del blog. En la sección «Aprendiendo» podrás leer acerca de libros, comida o utensilios para comer, juguetes y juegos, y todo sobre lo que nosotros aprendemos a diario. El apartado de «Cosas Nuestras» es algo más íntimo, donde reuniremos los cafés que nos seguiremos tomando con gente interesante, las peripecias que vivimos o incluso nuestras opiniones sobre productos que recomendamos tras su haberlos probado, lo que volveríamos a comprar o en qué nos equivocamos.

Ya que esto es un blog infantil y de maternidad, hemos creado una nueva sección sobre «Embarazo», en la que iremos añadiendo síntomas, cosas curiosas o lo que creamos conveniente sobre ese período tan fantástico y vertiginoso.

Por lo demás, la temática del blog seguirá siendo a misma, con nuestro estilo y nuestros puntos de vista. Esperamos que te apetezca seguir acompañándonos, así que para hacernos felices sólo tienes que apuntar tu dirección de correo electrónico en las casillas que encontrarás bien en la barra lateral o bien debajo de los post (espero haberlo hecho bien y que aparezca), y emulando a la gran Lola, si me queréis ¡Suscribirse!. No sé si a los que nos seguíais por el lector de Worpdress os seguirán apareciendo las entradas, ya investigaré sobre ello, pero mientras podéis darle a la suscripción de todas maneras, ¡que es gratis!

Además ya sabes que un blog se enriquece con los comentarios que recibe, con los intercambios de opiniones y con la relación que se crea entre quien escribe y quien lee, por eso, esperamos seguir sabiendo lo que opinas sobre cada entrada, sobre cada ocurrencia o experiencia que dejemos aquí plasmada.

No te extrañes si durante estos días la apariencia del blog va cambiando, ya te digo que estaremos enredando con la tecnología para hacer de este, un hogar más apetecible.

¿Te quedas?

Fiestas patronales

Llevo unos días desconectada del 2.0. Entro poco y apenas tengo tiempo de leer blogs, comentar y menos, escribir mis post, pero es lo que tiene apuntarse a mil historias y que además, haga solazo y te encante la playa.

Me hubiera gustado hacer la migración del blog este fin de semana que ha pasado, pero entre unas cosas y otras no tuve tiempo, además, aún dudo si quiero hacerla con una plantilla provisional o esperar a tener el nuevo diseño completo, que he de decirte que ya he visto algo y estoy más que encantada. Durante estos días lo sopesaré a ver por que opción me decido. Pero lo que más tiempo me ha ocupado estos días, lo que más atareada me ha tenido, es el estar concretando las fiestas patronales de mi barrio, y es que aunque parezca moco de pavo, pertenecer a la Comisión de fiestas de un barrio, por modesto que sea, te roba tiempo, y mucho.

comisionY en esos quehaceres estamos unos cuantos atrevidos y descerebrados que cada año intentamos hacer unas fiestas mejores con un presupuesto escaso pero mucha ilusión. Elaborar un cartel a gusto de todos, con actividades que entretengan a grandes y pequeños. Buscar patrocinadores, lo más difícil (o casi), ya que en estos tiempos lo de pedir dinero está mal visto y lo de donarlo ni te cuento. Encontrar actuaciones asequibles pero de calidad, repartir tareas y organizar la vida de cada uno para saber que durante tres días, de viernes a domingo, tu familia poco va a poder contar contigo ya que cuando no estés detrás de una barra, en un escenario, limpiando, cocinando o inmiscuida en cualquier otra tarea será que estás durmiendo. Por eso estos días no estaré muy activa virtualmente hablando, ya que aunque no lo parezca, porque las fiestas serán a finales de agosto, ahora es la época de más trabajo para nosotros, los locos voluntarios encargados de su organización.

Así contado parece un mal plan. Estar pringao durante semanas siendo parte responsable de un fin de semana donde los demás estarán disfrutando, ser mano de obra gratuita mientras otros te exigen como si cobraras un dineral. Pero en realidad es gratificante. Es agradable juntarte con personas con las que de niña, disfrutaste de esas mismas fiestas gracias a otros atrevidos, y que ahora, con el paso de los años, somos nosotros, aquellos niños de los ochenta y noventa los que ahora las organizamos para los vecinos, nuestros hijos y los de los demás niños del barrio. Porque el público más importante al fin y al cabo son los niños, los más exigentes pero también, los más agradecidos. Por eso estamos haciendo encajes de bolillos con el dinero y nuestras cabezas para conseguirles malabares, cuentacuentos, concursos de disfraces, de Minis Masterchef, sin olvidar los tradicionales juegos como carreras de sacos, pasar huevos de cucharas en las bocas sin romperlos, encontrar monedas escondidas en cubos de harina y cualquier cosa que se nos ocurra o que recordemos con nostalgia.

Así que perdóname si estos días no estoy muy conectada, si no te dejo comentarios en tu blog o si no escribo nada nuevo. Como ves, ando metida en otros berenjenales aunque eso sí, con un hueco en la cabeza ocupado por esta parte de mi vida que sin quererlo, se ha hecho muy importante para mi día a día. Pensando en nuevos proyectos y nuevas ideas para mostrarte en el súper estreno del nuevo hogar que estoy rematando, que espero que te guste y en el que me sigas acompañando.

 

#Miércoles Mudo: Independencia

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“Miércoles Mudo” es un carnaval de blogs o blog hop iniciado por Maybelline de Naturalmente Mamá y participar es muy fácil, solo debes publicar los miércoles una foto (s) sin escribir nada para explicarla (s) (de ahí viene lo mudo). Luego no olvides enlazar en el linky que está debajo y dejar un comentario en cada uno de los blogs que decidas visitar. Para conocer como nació el Miércoles mudo y sus reglas, puedes hacer click aquí.

 

Equipaje playero

A estas alturas del año, en otras épocas de mi vida ya estaría con la piel tostada y bastantes horas de playa a mis espaldas. Pero como las circunstancias cambian, me he plantado en 17 de junio y ha sido ayer el primer día en el que nuestros pies han pisado la arena este año para disfrutar de una jornada de sol y mar. Y como los cambios no vienen solos, también he visto modificado el equipaje con el que he de cargar para disfrutar de un día de carreras por la orilla, porque lo de tumbarse al sol ya queda en el baúl de recuerdos del pasado.

Mi kit playero es muy básico, soy de las de toalla, bote de crema y ganas de sol, pero aquí el Miniser que este año se estrena como playero consciente y activo necesita más infraestructura, así que aquí te cuento cual ha sido el pack básico con el que le hemos surtido:

  • 20140617-093622.jpgPoncho. Más cómodo que una toalla ya que cuando salen del agua se le pones y pueden moverse con libertad sin riesgo de quedarse fríos. Le he cogido tamaño bebe para que pueda caminar bien sin pisarlo.
  • Manguitos. Me gustaban unos con cinturón que hay en Decathlon pero son a partir de 15 kg en adelante, y aquí al tirillas con sus escasos once kilámenes se le escapaban las carnes. Además no creo que les use mucho en el mar, ya que el Cantábrico no es para que un bebe de quince meses haga muchas prácticas de nado. Los hemos cogido para la piscina de los P´abuelos (abuelos Paternos, los Maternos como bien deducirás son los M´abuelos, todo sea por ahorrar teclas) sobe todo, por aquello de ver como se suelta él solo viéndose flotar. Y total, por el precio que tenían, dos euros con algo la inversión no nos saca de pobres y ya los tenemos para futuros años.
  • Camiseta con filtro UV. Me veo todo el verano sentada en la orilla remojada hasta la barriga y con la espalda achicharrada, así que para esas tardes en las que ya estemos hartos de sol viene bien este tipo de prendas que nos protejan un poco la piel. Pensándolo bien, no se como no he cogido una para mi. Aunque claro, casi prefiero enseñar chichas en bikini que parecer el muñeco de cierta marca de neumáticos remarcando dobleces en la camiseta.
  • Chanclas. En realidad el modelo que ves en la foto son calzado de travesía, no chanclas de baño como tal, pero me parecieron una opción fresquita  y cómoda para el uso diario además de para ir a la playa. Fáciles de sacudir la arena y sobre todo, mejor calzado que las típicas de espuma o goma que se suponen son para la playa en si.

 

 

La tortuga ya estaba en casa, pero me pareció acorde ;)

La tortuga ya estaba en casa, pero me pareció acorde 😉

Si te estás preguntando dónde está el bañador del pequeñín, te diré que no le hemos comprado ninguno porque tenemos uno prestado aunque poco creo que lo use, ya que como mejor están es en pelotillas. Sí, puede que haya algún accidente, pero con lo que le cuesta y los horarios que tiene no creo que nos coja desprevenidos. Y si es así, ya nos pañaremos. A esto, súmale el consabido cubo con su rastrillo y pala, crema de protección total específica para niños, a prueba de agua por lo del remojo constante y la bolsa de la merienda bien surtida de fruta y agua para ese gusanillo que entra en la playa, que oye, no sé porqué, pero a mí por lo menos me da un hambre ¡que no veas!.

Como ves, no soy de las que cargan con bolsas y bolsas de cosas, todo lo que te he mencionado me entra en una mochila, que a pesar de la edad y de lo chic que resultan los capazos y diversas bolsas de playa, sigo siendo de la antigua usanza, voy con mi mochila a los hombros cual quinceañera, cosa que ayer, teniendo que llevar de la mano al Miniser he redescubierto la comodidad de las dos asas.

Y tú ¿que set veraniego le has organizado a tu retoño?

**P.D. Sí, todo lo de las fotos es de Decathlon, pero este no es post patrocinado por ellos. Tan sólo ha sido casualidad que todo lo que necesitábamos lo tuvieran a buen precio.

Profesionalizando el blog (Parte II)

Aquí sigo con mi periplo en esto de poner el blog algo más decente, aunque la cosa no van tan rápido como me gustaría. No porque sea más complicado de lo que pensaba, sino porque la falta de tiempo en mi rutina diaria me limita un poco el poder dedicar más atención a este tema, pero bueno, te cuento mis avances.

lisa dudosaYa me decidí por la empresa a quien comprarle el dominio y el alojamiento. Ha sido Webempresa, sí, esa que en principio pensé que constaba cerca de los trescientos euros anuales. No pienses que me volví loca y me gasté ese dinero, porque resultó que desde  unos cinco euros al mes te dan lo que necesitas. Me decidí por ellos por su buena reputación, por ser una empresa de aquí con asistencia 24 horas, cosa importante si necesito que me echen una mano en cualquier momento porque estas manitas hayan hecho alguna de las suyas. Además, aproveché una oferta que ví en el blog de Ciudadano 2.0 del 30% de descuento. Sinceramente, fue ver este descuento y terminar de decidirme. Una vez hecha la operación con ellos, tenia que cederles unos datos para que hicieran la migración, es decir, para que todo lo que lees y has leído en este blog, pudieras hacerlo en el nuevo, pero este paso aún está en espera porque me surgió otra duda: ¿cómo quería mi nuevo blog? Más o menos sabía que estética básica quería conseguir, pero para ello debía elegir plantilla nueva (lo que hace que veas el fondo de un color determinado, en los laterales ciertas opciones, etc…) y lo que parecía que iba a ser fácil ¡no lo ha sido tanto!. Me he dado cuenta que cuando abrí este blog,  debí escoger una de las plantillas más sosas que hay. La escogí porque no tenía ni idea y era sencilla, así que no le dí muchas vueltas. Pero ahora, que tampoco es que tenga mucha más idea, sí que hay cosas que tengo claro que las quiero de manera diferente, así que la elección de la plantilla adecuada me costó más de lo que pensé en un primer momento. Como decía Mamirrachadas en un buen consejo tuitero, una mala elección puede ser nefasta, así que mejor tomarse su tiempo. Me tomé el mío y ya está, plantilla elegida. 

¿Siguiente paso? Los plugins. Si estás preguntándote si un plugin es un Pokémon o un nuevo formato de disco para escuchar música, te diré que no. Los plugins son unos códigos o aplicaciones que se instalan para personalizar la página web. Son los recursos que te facilitan el insertar un formulario de contacto, el acceso a las redes sociales, el poder compartir la entrada que has leído… En esta versión gratuita de WordPress no tienes la opción de incluirlos, pero en la versión que usas una vez que tienes un alojamiento propio para tu blog, no es que tengas la opción, sino que tienes la necesidad de instalarlos para casi todas las acciones que quieras que tus lectores realicen en el blog. Son los muebles de la casa nueva que acabas de comprar, y como todo mueble, tienes que buscarlos, comprarlos (miles de ellos son gratuitos y puedes descargarlos sin coste) y ver cómo van quedando en la decoración de tu hogar. Así que todo esto, también lleva tiempo, tiempo que últimamente no me sobra y que a lo largo de esta semana te contaré por qué.

en obrasEl caso es que ya tengo casa nueva, los muebles casi todos colocados a falta de algún auxiliar, pero me he dado cuenta de una cosa fundamental, ¡que no tengo cabecera!. Fijándome en otros blogs veo que la cabecera, es decir, el logo o imagen que preside la página es en un porcentaje muy alto lo que define el estilo del blog, la primera toma de contacto con quien escribe y su sello de indentidad, y yo…no tengo. La foto que puse en este que se ve borrosa tras el título fue algo provisional, aunque como tantas cosas momentáneas ahí se fué quedando. Pero ahora…ahora que quiero poner esto un poco mono no me gusta, así que ahí estoy, buscando qué poner porque conociéndome, se que se quedará como cabecera del nuevo blog por los tiempos de los tiempos.

Ese es el motivo por el que aún no he hecho la mudanza completa, porque si pedía a Webempresa que realizara la migración, ya no habría vuelta atrás. Me voy a dar de plazo esta semana, sino, pasaremos al nuevo blog a la espera de encontrar la imagen ideal.

P.D. Si estos días ves cosas raras en esta página, cambios de colores, de formas o de distribución, no te asustes, ¡es que estoy de obras!

Estreñimiento

Atención: esta entrada contiene párrafos que pueden dañar su sensibilidad escatológica. Aunque sí eres padre o madre, supongo que lo de las cacas, lo tienes superado.

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Sobre parecidos no hay nada escrito. Depende de quien sea el fisionomista con el que te encuentras va a decir que tu retoño es igual que el padre, que su abuela, o que la amiga con la vas paseando pensando que es tu hermana. Todo depende de a qué parte de la familia conoce más, a no ser de esos casos en que el niño es una calcamonía de un familiar. En el caso del Miniser ocurre lo primero, que depende del ojo del que le observa, no está muy claro a que rama se parece, pero para su desgracia, sí sabemos en lo que se parece a mí, en su precoz estreñimiento.

bart en el bañoEn los primeros meses no había problema, con la lactancia materna el Miniser era un reloj. Hasta que un día no hizo nada, ni al siguiente, ni dos más allá. El estaba feliz y risueño, pero yo, que vivo en mis carnes la sensación de overbooking intestinal, me imaginaba que muy cómodo no podía estar. Así qué empezamos a escuchar los remedios caseros que nos iban dando los diferentes miembros de nuestro Pediatric Team Vip, léase abuelas, amigas con niños y cualquiera sin conocimientos del aparato digestivo pero que se encontraba cerca en el momento de comentarlo con algún miembro de los anteriores. Entre estos remedios encontramos por ejemplo: urgarle en el culete con una ramita de perejil mojada en aceite, que digo yo que tendría que ser muy fresco, para que la rama estuviera algo tiesilla. Misma acción pero con la punta del termómetro. Esta nos sonaba más, pero nos daba cosica, ya sabes, somos primerizos. Darle una cuchara de zumo de naranja en ayunas o usar un supositorio de glicerina.
Ante nuestra indecisión optamos por ir a urgencias, ya que tras siete días parecía que cada vez comía menos, cosa normal por otra parte, porque la frase de salir para dejar entrar no hay que aplicarla solo a los ascensores, y a no ser que tuviera una planta de reciclaje interior allí no había salido nada de ninguna manera. En urgencias nos dijeron que no tenía nada, y que era algo normal con la lactancia materna el no hacer deposiciones durante varios días. Que eso no se considera estreñimiento, siempre y cuando al hacerlo, sea blandito. El que las deposiciones sean duras es el verdadero estreñimiento, aunque se haga todos los días. Aún así, le estimularon con una canulita manchada en vaselina y al poco empezó a entrar en erupción, líquida y constante, sin prisa pero sin pausa. Nos recomendaron no hacer nada en casa si volvía a ocurrir, ni si quiera los supos de glicerina tan tradicionales ya que podíamos causarle alguna herida, y que acudiéramos de nuevo a urgencias si pasaban más de siete días, que allí volverían a hacerle la purga sin problema.

A los pocos días, en la revisión del pediatra, este nos dijo que ni hablar, que no dejásemos pasar más de tres días, que una cosa es que no sea grave y otra que el pobre se tire una semana empachado comiendo cada vez menos. Así que nos recomendó la glicerina en forma de minibalas o unos polvos llamados eupeptina, pero como tomaba el pecho ya era más rollo sacarme la leche porque el biberón no le hacia mucha gracia. Decidido, supositorios para lactantes.
Pasó otro ciclo de sequía y probamos. Como en el cambiador se movía mucho decidimos suministrarle la ayuda tumbado en el sofá. Se nos resistió un poco, para que te voy a engañar. El supo se nos escurría, no éramos capaces de que lo retuviera y terminaba deshaciéndose en nuestros dedos. Somos primerizos, acuérdate, y escuchábamos la voz de la residente de urgencias sonando en nuestra conciencia diciendonos que podíamos hacerle daño, algo que hubiera resultado muy difícil mientras no se lo pusiéramos en horizontal. Ya estaba. Misión cumplida. Ahora a esperar que hiciera efecto, pero ¿cuanto tiempo sería? ¿10 minutos? ¿1 hora? ¡¡¿¿Minuto y medio??!! ¡¡¿Sólo minuto y medio?!! ¡Corre, trae algo! Sí, que sí, que teníamos una toalla debajo de el, pero no era suficiente. Que empezó a brotar una lava descomunal que nos pilló desprevenidos. Digno de una peli gore fue expulsando los desechos acumulados sin descanso y con más rapidez que lo que recordábamos del hospital, y así evacuó, entre gorgojeos suyos, risas nuestras y papel de cocina, pañales y toallitas por toneladas que intercambiábamos bajo sus muslos, sostenidos en alto para poder recaudar mejor el premio gordo. Esa fue la primera vez, en la que pagamos la novatada. En las siguientes….bueno, no en todas nos habíamos licenciado ya. Pero la cosa mejoró y tras un mes y medio de tomas y dacas su tránsito se regularizó. Aunque seguimos sufriendo en silencio, o no tanto…

Han pasado unos meses y ahora durante un rato cada día se transforma. Baja las pestañas y cuando las sube ha pasado de formato .puntocaraabuelete a formato .puntoabueletegusiluz. La cara se ilumina de un rojo fosforito, las aletas de la nariz contrastan volviéndose de un blanco fantasmal indicando que allí ya no hay sangre. Los ojos acuosos te miran y yo creo que piden algo para leer y hacer el rato más ameno. Y empiezan los gruñidos. Como Nadal en un Master Augusta. Como un levantador de peso intentando batir su record. Un sonido gutural acompaña la iluminación de la cara y no hay duda, lo está intentando. Porque eso sí, intentarlo lo intenta, otra cosa es que lo consiga.

Habrá que leerle...

Habrá que leerle…

Si alguno bueno sacamos de esto es que sabemos que el Miniser es sincero, no te lleva a engaño. No es como con otros bebes que un tufillo delator te hace sospechar que tiene sucio el pañal, aunque ha podido ser  solo un aire mal acondicionado, y tienes que arrimar la nariz cual perro rastreador, y si aún así no te aclaras, echar una mirada robada a la zona cero. Este no. Con él tienes claro que hay que cambiar el pañal cuando se ha tirado más de cinco minutos empujando y te lo ha hecho saber encendiendo la cara como un intermitente y de un tiempo para acá, avisándome después. Claramente, Ca-Ca. Con lo que le ha costado ¡como para no saber lo que tiene en el pañal!

El pediatra dice que le de agua para mejorar el tránsito. -¿Vale zumo?, -no, mejor que se acostumbre al agua, -¿y mosto?, -no, que tiene mucho azúcar, -¿y una cervecita?, porque por la manera que mira los botellines el día que pille una la bebe del tirón. Nada, agua limpia y clara. Pues apañados vamos porque el niño ha salido de secano y dice que el agua estropea los caminos, así que o le obligamos con un embudo como a los patos para foei, o habrá que esperar a que sea un poco mas mayor a ver si hablando más se le seca la boca y le entra la sed. Mientras, seguiremos con nuestros apaños de botica de abuela, comiendo poca zanahoria, poco plátano, muchas frutas y verduras que hagan que las tripas no tengan que esforzarse mucho y para la motivación, probaremos con El Libro de la Caca, ¡un top ten de risas entre los más pequeños!

 

#Miércoles Mudo: Tardes de siesta

 

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“Miércoles Mudoes un carnaval de blogs o blog hop iniciado por Maybelline de Naturalmente Mamá y participar es muy fácil, solo debes publicar los miércoles una foto (s) sin escribir nada para explicarla (s) (de ahí viene lo mudo). Luego no olvides enlazar en el linky que está debajo y dejar un comentario en cada uno de los blogs que decidas visitar. Para conocer como nació el Miércoles mudo y sus reglas, puedes hacer click aquí.

Gimnasio en casa con Ictiva (2)

Allá por el mes de marzo, a finales, te conté aquí que me había planteado un reto para poner mi cuerpo a punto.

Hoy, dos meses y pico después, te cuento mi experiencia. Ha sido NULA. Así como lo lees. No he hecho nada, pero lo que se dice nada de nada.

maitena caloriasPara el deporte soy lo peor, soy más perezosa que un koala y mira que me propongo veces el tener que moverme más, pero el día a día y mi tendencia (excesiva, a veces) a la vida social hace que relegue el deporte a un segundo plano. Así que para no desaprovechar el bono que tenía en el gimnasio virtual, le pasé las claves a una amiga con más fuerza de voluntad que tiempo libre, pero que sabía que haría buen uso de este regalo. Además, ella podría darme una opinión fidedigna ya que lleva una temporada haciendo ejercicio en casa, sudando con vídeos aeróbicos de Youtube y por eso, tendría una baremo con el que comparar.

Tras un tiempo en posesión del abono, el otro día me hizo llegar sus impresiones. Fueron impresiones escuetas, es lo que tiene whatsapear mientras una esta planchando y la otra esta en plena crisis de preparativos festivaleros de fin de curso. Escuetas pero concisas y con fundamento. Y su valoración podría resumirse en: flojo. Las actividades que había realizado estaban bien, pero las veía algo flojas. Cierto que no se había conectado todos los días, pero conociéndola, si no lo había hecho, era porque las clases virtuales que ofrecían no la habían enganchado. Así que tras su experiencia y la mía, que sí, que a alguna clase entré, por ver de que iba y como eran los ejercicios, aunque lo único que moví fue el índice para manejar el ratón, puedo decir que no te recomiendo abonarte a este tipo de gimnasios. Más que nada porque aunque su precio es asequible, el tipo de vídeos que te ofrecen puedes descargarlos del Youtube gratuitamente, así el dinerillo que te ahorras lo fastas en otra cosa.

La dinámica es como un gimnasio real, pagas una cuota mensual o un abono de equis sesiones, aunque tienes que tener en cuenta que las sesiones se computan por día, te conectes o no. Esto a mí al principio me cuasó confusión, ya que mi abono era de 90 sesiones, y pensaba que se irían descontando a medida que las utilizara: 1 conexión 1 sesión. Pero no es así, se computan por día, es decir, 90 sesiones son 90 días, entres en el gimnasio virtual cuatro veces cada día, estés siete horas seguidas o te pases una semana sin ponerte el chándal frente la pantalla, cada día habrás gastado una sesión. La parte buena, y esto ya pertenece a la picaresca española, es que puedes pagar un abono y que toda tu familia, amigos y vecindario se beneficien de tu cuota, ya que como hemos podido comprobar, con saber las claves de acceso a la página tienes todo el mundo deportivo que te ofrece esta web al alcance de quien quieras.

Conclusión: tienes que tener fuerza de voluntad y motivación, aparte de tiempo, para ponerte en casa a hacer ejercicio y no aprovechar ese rato que los peques se han dormido para recoger, lavar, estudiar, adelantar trabajo o tirarte en el sofá. En caso de que reúnas estos requisitos de tiempo y capacidad de sacrificio, puedes descargarte videos y tutoriales gratuitos mucho más cañeros para poner tu cuerpo en forma sin necesidad de pagar ninguna cuota, que por muy pequeña que sea, mejor está invertida en unas cañitas, unos zapatos o un libro.

Libertad sexual

 

Hace un tiempo ya, estábamos varios amigos en una comida cuando salió un tema a relucir: el de la educación sexual que reciben los niños en los colegios. El caso era que en la escuela al que acudía el hijo de unos de nosotros, había un pequeño caos en la cabeza de los chavales y también, en la de los padres. Un día, una de las clases de infantil, a la salida los niños comentaban alegres que podían tener novio o novia, independientemente de su sexo, porque cada uno tenía de novio a quien quería. Así que al salir de clase, Fulanita le decía a su madre que la gustaba Menganita y que quería ser su novia, o Pepito, interrogado por su padre, informa tan campante que le gustan tanto Manolita como Manolito, y que va a salir con los dos.

Debate entre amigosAnte esta situación, en la mesa que reposaban los platos ya vacíos, comenzamos a dejar cada uno nuestra opinión al respecto. Como en todo buen grupo de amigos, hubo de todo, con respeto, risas y bromas, y sobre todo, con opiniones muy dispares. Al final del debate, más interesante que el de las tardes de Telecinco, podemos decir que quedaron básicamente dos posturas enfrentadas:
1- No hay que liar a los niños. No hay que darles tantas explicaciones ya que podemos confundirles, y no sabrán lo que pensar. Ya tendrán tiempo cuando sean mayores de saber los diferentes tipos de pareja, amor, uniones que hay o puede haber y de elegir cual es el que más le gusta para ellos. No hace falta explicarles tanto detalle porque es algo que van a aprender.
2- Está bien que desde pequeños aprendan que hay dferentes tipos de relaciones, que no sólo es válido el hombre-mujer. Así, a medida que se hagan mayores verán las cosas con absoluta normalidad.

Hubo un tercer grupo, el de los indecisos que se abstenían, ya que comentaban que todo dependía del contexto en el que hubiera surgido las explicaciones y la manera en que se habían hecho.

Si te estás preguntando a que grupo defendía yo, te diré que al segundo. Pero también te diré que éramos minoría. Y es que creo que es sano que los niños hoy en día entiendan que cada uno es libre de amar a quien prefiera. Creo que si lo viven como es, una cosa natural, desde pequeños, dentro de unos años habremos ganado mucho en tolerancia y respeto al no tener que dar explicaciones que cosas que considero son normales. Además, no creo que el decirle a un niño de la edad que sea, aunque recuerda que en este caso concreto estábamos hablando de niños de infantil, que puede elegir a quien amar sea algo malo. La personalidad se va afianzando con las experiencias, pero también la conforman los gustos y las opiniones. Apoyando estos gustos o decisiones de los chavales, ayudamos a que se refuerce su seguridad, la confianza en sí mismos, al saberse respetados y aceptados, queridos sea cuales sean sus decisiones.

Además, ahora, con el paso del tiempo y haciendo memoria, puedo recordar muchos casos en los que pequeñajos que he conocido han gritado en su tierna infancia a los cuatro vientos que su novia era mamá o que de mayores se casarían con papá, cosa que a los progenitores les hinchaba como pavos y hacía que se les cayera la baba a manos llenas. En estos casos, no nos preocupábamos de crearles confusión, ¿por qué decirles que pueden amar a quien quieran o decidir quién les gusta va hacerlo?. Opino que el mal pensamiento está en nuestras cabezas, ya que un niño no va a ver las mismas connotaciones sexuales que nosotros en la afirmación de que le gusta Pepito o Pepita como novi@. Mucho tengo que cambiar para que en el futuro, si me encuentro con esta situación cuando el Miniser acuda a la escuela, me importe, moleste o preocupe que un día salga diciendo que tiene tres novios o tres novias. O eso creo ahora, ya te contaré.

¿Les hablaría de tríos?

¿Les hablaría de tríos?

Al final el debate quedó empate, a falta de saber la opinión de los indecisos que preferían no opinar sin saber cómo se había desarrollado la exposición del tema. Decían que todo dependía de cómo y por qué esa profesora había decidido explicar con detalle los tipos de relaciones a niños tan pequeños.

Ojocuidao que no entramos en ningún momento a decidir si estaba bien o mal que cada uno ame a quien quiera independientemente de su sexo, que quede claro que en este punto, todos estamos de acuerdo que cada persona es libre de acostarse y sentirse atraído por quien le de la gana. El debate fue sobre la decisión de aquella maestra a explicárselo a sus alumnos, sin contar con la opinión de los padres.

Y tú ¿qué opinas?

 

Mutación Maternal

Cuando te conviertes en madre, tu cuerpo sufre múltiples transformaciones. Las caderas se ensanchan para facilitar el trabajo de parto, los senos se hinchan, tu nariz desarrolla un potencial hasta entonces inimaginable, tus tobillos acumulan líquido suficiente para regar todo el Sáhara… Seguramente puedas describir mil cambios más que sufriste, que sufrió alguien a quien conoces. De la interminable lista de trasnformaciones maternales hay quien apenas es rozada por una de ellas y quien se lleva todo el kit completo de cambio de cuerpo. Pero además de estas modificaciones físicas, hay otro tipo de cambios. Psíquicos, emocionales y anexos. Con los anexos me refiero a los cambios que no se producen en tí, sino en personas y elementos de tu alrededor, como por ejemplo, tu coche. Porque sí, si eres madre y tienes coche, es muy probable que él también haya sufrido el síndrome del coche-trastero. 

Así de mona ibas con tu coche antes.

Así de mona ibas con tu coche antes.

A medida que el embarazo avanza, te sientes más pesada y vas dejando cosas en el coche acompañadas de las palabras «ya lo cogeré mañana». No te apetece cargar con la bolsa de la compra tan llena así que dejas en el maletero ese bote de detergente que no necesitarás hasta pasadas unas semanas porque aún tienes en casa. Otro día de calor sofocante, para tí, porque los demás van con bufanda, prefieres dejar la chaqueta en el asiento de al lado ya que «total, mañana voy a usarla y si la dejó aqui, asi no se me olvida». Estos pasos, previos al nacimiento del churumbel, son el curso de preparación al retoño que recibe nuestro coche. Así, va asimilando lo que se le avecina.

Una vez somos madres, la cosa empeora. No podemos cargar con el maxicosi, la bolsa que nos traemos de casa de la abuela con tuppers (vacios o llenos, depende de la situación), alguna comprilla que ha caído y el bolso que si antes ya pesaba, ahora parece que contiene las mancuernas del gimnasio aquel al que solíamos acudir. La criatura va creciendo, y el síndrome de coche -trastero se agrava.

El coche no sólo te lleva y te trae, sino que se ha convertido en un armario empotrado donde guardas el triciclo, las raquetas que nunca quiere usar, el balón que te encontraste en un bar y nadie reclamaba, la sillita, el bote de detergente que finalmente nunca subiste a casa porque hasta ahora has sido incapaz de volverlo a encontrar en ese maletero infernal. Pero la peor parte no se la lleva sólo el maletero, nooo. Los asientos traseros se han convertido en un laboratorio de muestras, donde puedes encontrar desde un muñeco descabezado al que diste por emancipado hace meses, hasta un trozo de patata del cretácico que si la dejas un poco más ella sola rebrota y te da para una ensaladilla. Y es que ya no tienes tiempo para lavar esa joyita que antes lucías y con la que tan buenos tiempos compartiste (y no me refiero a ese tanga guay ;)). Tu coche ya no recuerda lo que es un aspirador, y las costuras de los asientos se han vuelto indestructibles tras ese recubrimiento hermético de migas de pan y gusanitos. Vamos, todo un kiosco desmenuzado en las alfombrillas. Menos mal que los coches no pasan inspecciones de Sanidad porque si no, nos le precintan. 

Y así acechan los nuevos inquilinos de tu trastero, digo, coche

Y así acechan los nuevos inquilinos de tu trastero, digo, coche

El que no precintarán es el del padre, que habitualmente está limpio y reluciente. En su coche no se come, los juguetes no se quedan hasta mañana. Si en una familia hay dos coches, el 99% de las veces adivinarías cual es de la madre y cual el del padre,  ¡y eso sin abrir el maletero!. Miedo me da ahora que además, comienza la temporada de playa. Seguro que al final de verano, medio ambiente nos comunica que pasemos por un punto limpio a dejar las toneladas de arena que hemos ido acumulando en nuestro coche para volver a rellenar los arenales.

Tiene razón mi madre, mujer observadora y categórica, cuando el otro día se reía de las madres con coche que nos preocupamos si los niños comen algo que se les ha caído al suelo pero no de si se les ha caído en el coche, ¡con lo que hay ahí dentro!. La parte buena de su reflexión, es que así, tenemos a los niños inmunizados.